Cercado por la pandemia, Jair Bolsonaro cambió seis ministros de su gabinete
Renunciaron el canciller Ernesto Araújo y el titular de Defensa, el general retirado Fernando Azevedo e Silva. Crecen los cuestionamientos por el manejo del coronavirus.
En medio de un agravamiento de la situación sanitaria y de una explosión de casos de coronavirus en Brasil, el presidente Jair Bolsonaro sufrió este lunes un duro golpe con las salidas de seis ministros. El asesor presidencial y diplomático de carrera Carlos França, especialista en integración energética sudamericana, fue designado como nuevo canciller brasileño en lugar del renunciante Ernesto Araújo.
Bolsonaro sorprendió al echar al general Fernando Azevedo del Ministerio de Defensa, irritado por la falta de apoyo de las Fuerzas Armadas a su política anticuarentena. Otro general fue a Defensa, el jefe de gabinete, general Walter Braga Netto, quien dejará el cargo de ministro coordinador a la mano derecha de Bolsonaro, Luiz Eduardo Ramos.
Ramos era secretario general de la presidencia, cargo que ahora ocupará Flavia Arruda, diputada federal de la derecha tradicional y clave para la negociación con el Congreso, en medio de las presiones para un juicio político por la actuación del gobierno en la pandemia.
En el Ministerio de Justicia, el presidente puso a un policía federal, el comisario Anderson Torres, en lugar del abogado evangélico André Mendonça, quien regresa a la abogacía general del gobierno.
Araujo, considerado uno de los más fieles aliados de Bolsonaro, había estado bajo gran presión durante semanas y renunció por las dificultades que el país enfrenta para conseguir vacunas contra el coronavirus. Una fuente de la Cancillería citada por la AFP dijo que el canciller presentó su renuncia ante la avalancha de críticas por sus altercados con China y las dificultades cada vez más notorias para comprar vacunas e insumos contra el coronavirus. “Tomó la decisión y presentó la renuncia”, señalaron.
En tanto, la salida de Azevedo e Silva fue una sorpresa, ya que no había rumores de descontento. El presidente, un antiguo capitán del Ejército, colocó a militares en servicio y retirados en todos los niveles de su gobierno.
Las salidas se suman a la del general Eduardo Pazuello al frente del Ministerio de Salud hace dos semanas. Se trata de la tercera baja de un miembro clave del gobierno, que enfrenta un recrudecimiento de la pandemia que ya dejó 315.000 muertos y dejó al sistema sanitario al borde del colapso. El renunciante ministro de Defensa, de 67 años, agradeció a Bolsonaro y dijo que dejaba al gobierno con la “misión cumplida”.
”Agradezco al Presidente de la República, a quien dediqué mi total lealtad a lo largo de estos más de dos años, por la oportunidad de haber servido al país como ministro de Estado de la Defensa”, escribió en una nota.
Y añadió: ”Parto con la certeza de la misión cumplida”.
La prensa brasilera anticipó una reorganización ministerial, que también podría implicar a otras carteras estratégicas, como la Casa Civil (jefatura del gobierno) y el Ministerio de Justicia.
A su vez, Araújo era un crudo representante ideológico del presidente. Desde la cancillería, lanzó una cruzada contra el “marxismo cultural” y el “globalismo” encarnado por “la ideología del cambio climático, la ideología de género y, desde 2020, el covidismo”.
Los “globalistas”, afirmó en octubre pasado, “toman una enfermedad causada por un virus y tratan de transformarla en un gigantesco aparato prescriptivo, destinado a reformular y controlar todas las relaciones sociales y económicas del planeta”.
Bajo su gestión, Brasil se alineó con el gobierno de Donald Trump de una manera frontal. Incluso, el país fue el último en reconocer la victoria de Joe Biden en las elecciones estadounidenses.
En los últimos tiempos Araújo, de 53 años, fue el centro de fuertes cuestionamientos por los retrasos sufridos por el país en la compra de insumos y vacunas contra el coronavirus. La vacunación en Brasil, iniciada en enero, sufrió varias interrupciones.
Hasta ahora, 13,6 millones de personas fueron vacunadas con la primera dosis y 4 millones con la segunda, en un país de 212 millones de habitantes.
La pandemia se ha recrudecido este año con un promedio de casi 2.600 muertos a diario en la última semana, casi el cuádruple que a inicios de año.
Para Mauricio Santoro, analista internacional de la Universidad Estatal de Rio de Janeiro (UERJ), la caída de Araújo se debió en especial a la dificultad de Brail para acceder a las vacunas..
”Pero también pesaron factores como los conflictos sobre el medio ambiente y sus dificultades en el diálogo con los principales socios comerciales de Brasil: China, Estados Unidos, Argentina, la Unión Europea”, enfatizó.